La angioplastia coronaria, complementada con el implante de stent, constituye la forma más común de revascularización coronaria. Se logran excelentes resultados tanto en la angina estable, inestable y el infarto agudo de miocardio.
Hoy podemos tratar patologías de creciente complejidad, como múltiples vasos, bypases aortocoronarios, tronco no protegido de la coronaria izquierda, con excelentes resultados en término de morbimortalidad.